Instituto de Inteligencia Relacional (IIR)


Nace en un momento de transformación tecnológica vertiginosa  que está desplazando a millones de personas en este planeta. 

Pareciera que si alguien no está subido a esa ola tecnológica no tiene valor alguno. Cuando la verdad sencilla es otra. 

La IA no puede sustituir la experiencia emocional encarnada

La inteligencia relacional se cultiva a través del cuerpo, la presencia, el vínculo humano, el sistema nervioso en resonancia, la vulnerabilidad compartida, el contacto real. Nada de eso lo puede replicar la IA, aunque pueda simular lenguaje, respuestas o incluso empatía.


Cuanto más avance la IA, más necesitaremos humanidad

Estamos entrando en una era de hiperconexión digital, pero también de soledad y desconexión emocional. Por eso, la capacidad de estar presentes con otro ser humano, de regularnos juntos, de escucharnos con todo el cuerpo, se volverá un bien muy valioso.


La inteligencia relacional es medicina para el alma

A través de  Un Curso de Milagros, Hakomi, constelaciones… son contactadas dimensiones del ser que ninguna inteligencia artificial puede alcanzar: la espiritualidad vivida, la ternura del vínculo reparador, la rendición al momento presente.


La IA puede ser aliada, pero no reemplazo

Por eso nace el Instituto de Inteligencia Relacional ( IIR ) con la vocación de propiciar la exploración de esas dimensiones que florecen en relación. 

El Instituto de Inteligencia Relacional es una respuesta consciente y amorosa al mundo que viene. Un refugio, una escuela y un laboratorio de humanidad para un tiempo que la necesita desesperadamente. 

Nuestra vocación es crear espacios donde las personas vuelvan a sentirse, encontrarse y recordarse unas a otras. 

Descendiendo a nuestra naturaleza esencial expansiva, inclusiva y plena en espacios de presencia amorosa que abre la sintonía con el momento presente de una forma natural.